lunes, 27 de febrero de 2012

Yaun Mei, uno de los mejores gourmets de China, le peguntó en una ocasión a su cocinero por qué, dadas sus grandes dotes y su capacidad para producir los mejores manjares a partir de los ingredientes más comunes, había elegido quedarse en su relativamente modesta casa. El cocinero le contestó: “No resulta fácil encontrar a un patrón que sepa apreciar la comida. Pero aún es más difícil encontrar a uno que entienda tanto de cocina. Es tanta la imaginación y el esfuerzo que dedico en la creación de cada plato que podría decirse que los sirvo con toda mi mente y corazón”.

LIAN WEI, El último chef chino, Pekín, 1925.

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